TEOCELO, VER.- Luego de recorrer parcelas de Independencia, Monte
Blanco, Tejería y Llano Grande, el Instituto de Biotecnología y Ecología
Aplicada (Inbioteca) de la Universidad Veracruzana (UV) determinó
varios factores que se asocian con la presencia de roya del cafeto en
las fincas que agudizan los daños potenciales de la enfermedad.
Juan Carlos Noa Carrazana, director de Inbioteca, informó que se apreció estrés hídrico, deficiencias nutricionales de las plantas, quemaduras solares en el área foliar, cosechas previas y remanentes de frutos con crecimiento retardado o con daños visibles.
Señaló que las anteriores características, aunado al tipo de manejo de las plantaciones y la proximidad a las vías de acceso, pudieron estar relacionadas con el grado de daño de la enfermedad.
Dijo que en la zona de Llano Grande se constató inicio de floración atípica para la época, lo que evidencia que cambios ambientales contrastados en temperaturas y humedad están ocurriendo en la región.
Hizo notar Noa Carrazana que estos cambios en el clima pareciera que están involucrados en el brote de la enfermedad (roya del cafeto) a la que definió como “atípica para la época”.
Propuso realizar una investigación exhaustiva para determinar niveles de infestación en las distintas localidades así como elaborar un censo sobre las principales prácticas manejos y medidas de sanidad que se implementan en los cafetales en conjunto con la percepción que tienen los propietarios de sus fincas.
Dijo que a mediano plazo se podría establecer investigaciones que determinen que tipos de rasas de royas prevalecen en la región y cuáles otras enfermedades fúngicas co-existen en las fincas cafetaleras para realizar la transferencia de alternativas “amigables” con el ambiente para el control de roya.
Concluyó el director del Instituto de Biotecnología y Ecología Aplicada (Inbioteca) de la Universidad Veracruzana (UV) que para el desarrollo sistemático de un plan de acciones se necesitarían recursos financieros para su ejecución. (JAUM)
Juan Carlos Noa Carrazana, director de Inbioteca, informó que se apreció estrés hídrico, deficiencias nutricionales de las plantas, quemaduras solares en el área foliar, cosechas previas y remanentes de frutos con crecimiento retardado o con daños visibles.
Señaló que las anteriores características, aunado al tipo de manejo de las plantaciones y la proximidad a las vías de acceso, pudieron estar relacionadas con el grado de daño de la enfermedad.
Dijo que en la zona de Llano Grande se constató inicio de floración atípica para la época, lo que evidencia que cambios ambientales contrastados en temperaturas y humedad están ocurriendo en la región.
Hizo notar Noa Carrazana que estos cambios en el clima pareciera que están involucrados en el brote de la enfermedad (roya del cafeto) a la que definió como “atípica para la época”.
Propuso realizar una investigación exhaustiva para determinar niveles de infestación en las distintas localidades así como elaborar un censo sobre las principales prácticas manejos y medidas de sanidad que se implementan en los cafetales en conjunto con la percepción que tienen los propietarios de sus fincas.
Dijo que a mediano plazo se podría establecer investigaciones que determinen que tipos de rasas de royas prevalecen en la región y cuáles otras enfermedades fúngicas co-existen en las fincas cafetaleras para realizar la transferencia de alternativas “amigables” con el ambiente para el control de roya.
Concluyó el director del Instituto de Biotecnología y Ecología Aplicada (Inbioteca) de la Universidad Veracruzana (UV) que para el desarrollo sistemático de un plan de acciones se necesitarían recursos financieros para su ejecución. (JAUM)