martes, 18 de septiembre de 2012

Masonería de Veracruz, preocupada por aprobación de reforma laboral




Lázaro Cárdenas Pérez



El Gran Maestro de la Gran Logia Unida Mexicana de Veracruz, Luis Alberto García Leyton, destacó que la masonería de la entidad ha mostrado su preocupación en relación con la iniciativa de reforma laboral que se discute actualmente en el Congreso de la Unión debido a que dicha iniciativa no fue sometida a la consideración de las bases trabajadoras del país, y que podría acarrear –de aprobarse– reacciones de inconformidad en la sociedad.



García Leyton comentó que las principales centrales obreras del país, incluso aquellas de filiación priista, han hecho patente su descontento con la pretensión de modificar el marco regulatorio de las relaciones laborales en nuestro país.

“Con razón, pues es evidente que se pretende cancelar las conquistas sociales dificultosamente alcanzadas tras la Revolución de 1910. Por otra parte, es claro que la idea de ‘flexibilizar’ el mercado laboral (que es una de las vertientes principales de la iniciativa de reforma), no puede traducirse sino en la supresión de derechos elementales de la clase trabajadora en nuestro país. Fundamentalmente la estabilidad en el empleo, dejando al arbitrio de los patrones la duración de los contratos de trabajo. Se genera la percepción, entonces, de que se trata de una reforma hecha para complacer a los dueños del capital y acentuar las asimetrías.”

Para el líder de la masonería en la entidad, en el contexto de un país en donde teniendo una alta tasa de personas sin trabajo, no existe seguro de desempleo, se tienen amplios desequilibrios fiscales, la seguridad social es costosa y mala, y existe una deficiente administración de justicia laboral, pensar en una reforma a las leyes del trabajo en cuya formulación no se toma en cuenta a los trabajadores, solamente contribuirá a generar un clima de inconformidad social, hoy más que nunca peligroso.

“La masonería, entonces, no puede sino hacer un llamado a los legisladores, para que -al margen de sus compromisos partidistas- sopesen que su función como representantes sociales los obliga a legislar de conformidad con los deseos de la sociedad, nunca a sus espaldas.

“Que consideren –agregó– que en un contexto en el que se están globalizando los derechos humanos, difícilmente una reforma que cancele derechos laborales podrá ser compatible con los tratados internacionales sobre la materia.

Por último García Leyton pidió también a los legisladores que estimen que la clase obrera, secularmente golpeada por los vaivenes de la economía, difícilmente se mostrará dócil frente a la perspectiva de que se le arrebaten sus conquistas.