Estamos en temporada de deliciosos jinicuiles. ¿Qué sabes de ellos? Aquí algunos breves datos.
Por L.L.E. Natividad Tepetla Vázquez
El icxinecuili (icxitl, pie, y necuili, torcido = pie torcido) mejor conocido en la región como jinicuil (Inga jinicuil Schltdl) es una leguminosa cuyas vainas contienen una docena de semillas cubiertas por una pulpa blanca y carnosa comestible.
El jinicuil tiene diversos nombres: algodoncillo, cojinicuil, cuajinicuil, cuajonicuil, guajinicuil, guama, jenecuil, xonecuilli.
En medicina tradicional se le emplea para tratar padecimientos gastrointestinales o para el empacho, tomando la cáscara (corteza) a manera de té. También para detener el latido, en este caso se bebe la decocción de las flores y las hojas. En la cocina tradicional mexicana se hierven las semillas con sal y se muelen en el metate y con la pasta se hacen unas gorditas que se cuecen en el comal; si se mezcla con maíz molido se hace un atole.
Sahagún cuenta que en las fiestas dedicadas a Macuilxóchitl la gente le ofrecía una especie de pan sagrado hecho a manera de rayo, como cuando cae del cielo, o de pie torcido, en zig zag. Dice que la gente colocaba en los templos o en las encrucijadas de los caminos las ofrendas de tortillas en forma de S, o sea, las xonecuiltlaxcalli, presentadas al dios Xochipilli, a las diosas Cihuapipiltin y a los dioses acuáticos tlaloques. Las tortillas en forma de rayo, entonces, evocaban claramente los ámbitos sagrados de los dioses a quienes se presentaban los alimentos. La forma del xonecuilli que Mixcóatl lucía como cetro ha sido interpretada por especialistas como una imagen del rayo que cae del cielo.
Los aztecas tenían una constelación llamada Xonecuilli y era una representación de la Osa Mayor, formada por los espectros tzitzimime que descendían del cielo amenazando la humanidad.
Interesante, ¿no creen?