miércoles, 26 de octubre de 2011

Ser payaso, no es facil, son personas que viven, rien y sufren como todos, asi nos lo platicó Menudito, un payasito que toda su vida se ha dedicado a este oficio.



Coatepec, Ver.-  Margarito Elox, Ser payaso, no es facil, son personas que viven, rien y sufren como todos, asi nos lo platicó Menudito, un payasito que toda su vida se ha dedicado a este oficio.

El cómico, nos cuenta que sale desde muy temprana hora al centro del pueblo, donde camina en las avenidas en busca de que lo contraten para animar fiestas infantiles.

Menudito, cuenta que la idea de dedicarse a este oficio le inquietó desde los seis años, cuando se le escapó a su abuelita para ir a Xalapa a un circo, y al ver el show de los payasos, saber que a eso quería dedicarse “desde ahí empezó la idea, yo inicié en la ciudad de México a los 9 años de edad, me fue muy difícil elegir otra cosa, porque la gracia y la chispa para dedicarme a hacer reír a la gente, la traigo desde pequeño”.

Platica que las satisfacciones que su trabajo le ha otorgado son muchas y muy grandes.

Explica que en ocasiones actúa para complacer a la gente sin obtener pago por ello, pero cada acto es una experiencia especial y diferente, lo hago para llevar momentos de alegría y hacerlos olvidar las situaciones tan difíciles por las que hemos atravesado últimamente”.

Así como ha vivido momentos chuscos, “menudito” platica que también han rodado lagrimas debajo de esa cara pintada; al acudir a amenizar la fiesta de un niño, a la cual, año con año asistía, se sorprendió al saber que había enfermado de leucemia y falleció poco antes de celebrar su quinto año, pero alcanzó a pedir a sus padres que el payasito fuera a celebrar su cumpleaños, “menudito” tuvo que actuar para un pequeño ataúd.

El cómico opina que empiezan a escasear los payasos por vocación, por lo que él debe enfrentarse a un mundo en el que abunda el doble sentido, “nuestro maquillaje siempre lleva el color blanco, esto debe significar pureza, eso es lo que debemos de llevar a los pequeños, mensajes positivos, principios que se están perdiendo”.

El oficio, como muchos otros, se encuentra afectado por la crisis económica, ya que el entrevistado comenta que anteriormente les iba bien, pero de unos años para acá, el trabajo ha disminuido y los ingresos son pocos, aunque advierte que además esta labor se ha denigrado, “los mismos compañeros al utilizar groserías y ser pocos profesionales, han generado desconfianza de quienes los contratan”.