Gloria Utrera Montero: nos hay oficios que no pueda desempeñar una mujer.

 Boletín de Prensa

Mi nombre es Gloria Utrera Montero, estoy en el Taller de carpintería del Icatver en el módulo de puertas, ventanas y armarios. Yo llegué aquí con la actitud de crear, porque siempre me ha gustado transformar y vi que la carpintería me daba la oportunidad de transformar, en este caso concreto, transformar la madera en muebles, en objetos útiles que se pueden ocupar dentro de la vida diaria en el hogar; o en un momento dado, puede convertirse en una fuente de ingreso económico, ya sea como base o como extra.

Cuando llegué a Icatver no tenía claro que curso elegir, todos me parecían atractivos;. tal vez haya tenido un poco de duda en el momento de escoger el curso de carpintería, porque generalmente se piensa que es para hombres, y realmente no es así. He estado aquí desde noviembre del año pasado, he entrado en contacto con las herramientas, la maquinaria y, a la fecha, ya he logrado realizar algunos muebles. Al principio me daba un poquito de miedo, por la maquinaria; se debe tener mucho cuidado al manejar la maquinaria, que es de mucha precisión y velocidad, en eso consiste su peligrosidad, pero si se manejan con cuidado las cosas salen bien.

En cuanto a la relación con mis compañeros, ha sido una relación muy buena, ellos siempre están dispuestos a apoyar, son muy respetuosos y solidarios. Digo esto porque, un inconveniente que podría tener la carpintería para una mujer es la fuerza que se necesita, como para poner un clavo, lijar, mover los muebles que se van terminando, etc; pero, en sustitución de la fuerza tenemos la creatividad, la imaginación. El resto, se resuelve trabajando en equipo.

 

La disposición para apoyarnos entre compañeros es una gran actitud que predomina en el grupo, hemos logrado desarrollar un gran trabajo de equipo. La delicadeza que aporto como mujer complementa el trabajo del equipo, por lo que me encuentro muy a gusto aquí, me puedo dar cuenta lo hermoso que es ser mujer por esos aspectos que aportamos a la vida y a la sociedad desde nuestros trabajos.

He logrado muchas cosas satisfactorias, he podido crear diversos muebles, y actualmente estoy haciendo puertas para mi casa, y espero hacer muchas cosas más.

Después de esta hermosa experiencia, yo recomiendo a las mujeres que tengan la inquietud de cursar este u otro taller a que no se detengan por el prejuicio de que estos oficios son solo para hombres. Las mujeres podemos estar en cualquier campo y hacer las cosas que queramos. Porque las mujeres hacemos las cosas bien hechas.