Ombligo de la luna, capital de la República, sucursal del cielo y/o del infierno, nuestra querida Ciudad de México no deja de ser reflejo y escenario de las contradicciones que atraviesa el país, donde ni las desigualdades económicas ni las confrontaciones políticas ni la descomposición social ni la corrupción de los servidores públicos, pueden ser ocultadas por el poder o ignoradas por millones de seres humanos que, sea cual sea su condición, son afectados por una realidad que sería otra, si quienes han gobernado lo hubieran hecho de forma proba, sirviendo al país sin servirse ellos y sin servir a los dueños del gran capital.
Antes y después de la farsa electoral del año pasado, nuestra megalópolis presenció el retorno de las grandes marchas estudiantiles, bajo las pancartas del maravilloso movimiento que se autonombró #YoSoy132. Aparentemente este movimiento perdió fuerza a partir del primero de diciembre con la ascensión de Peña a la presidencia y la nefasta aparición de supuestos anarquistas, que resultaron ser vulgares provocadores, que iniciaron la violencia y desataron la represión contra quienes protestaban pacíficamente. Sin embargo, además de mostrar la existencia de la justa rebeldía juvenil, #YoSoy132 mostró la eficacia de los medios alternativos puestos al servicio no sólo de los movimientos sociales, sino de todo aquel ciudadano que tuviera algo que decir o que quisiera informarse de lo que realmente ocurre en su localidad, en su país e incluso en todo su planeta.
Hacia mediados del presente año, a la ciudad llegaron, sin prisa, pero sin pausa, miles de miembros del movimiento magisterial independiente, quienes a medida que se aproximaba la aprobación de la dizque reforma educativa de Peña, incrementaron su presencia y se dejaron sentir de forma contundente. Nuevamente hicieron su aparición los enmascarados que se fingen anarquistas para iniciar la violencia y propiciar la represión. Gracias a la experiencia de los profesores, estos neo-halcones no lograron afectar mayormente a su movimiento, aunque los medios masivos, que se han dado gusto satanizándolos, intentaron relacionar a unos con otros. Sin embargo, el 13 de septiembre, cuando la policía federal desalojó a los maestros del Zócalo, civiles pacíficos fueron víctimas de la represión que tuvo como excusa las provocaciones de los violentos enmascarados.
El dos de octubre, Máxico City fue testigo de una hermosa marcha conmemorativa del movimiento estudiantil del 68. Miles y miles de jóvenes marcharon de forma entusiasta y ordenada, hasta que, otra vez, los encapuchados infiltrados, esos pseudoanarquistas detestables, agredieron a la policía, que como es costumbre, reaccionó atacando y deteniendo a manifestantes pacíficos y a viandantes que nada tenían que ver con la marcha.
Como es usual, los medios masivos desinformaron al respecto. Obviamente, no se refirieron a los neo-halcones infiltrados, ni a que estos habían llegado a bordo de camiones militares o de la policía, ni que las fuerzas de orden golpearon y detuvieron a inocentes que nada tenían que ver con la violencia. Hablaron de anarquistas que participaban en la marcha y punto.
No. Punto no… En Proyecto 40, el canal de tv del que se apropió TV Azteca, una reportera amplió la “información” sobre los “anarquistas”, refiriéndose a cuentas de twitter supuestamente anarquistas y a una estación de radio de la misma filiación: radioamlo.org. Sin recato, pero obedeciendo a una estrategia represiva y desinformativa, la reportera y su medio difaman y pretenden volcar a la opinión pública contra ciudadanos disidentes y un medio de comunicación que durante siete años se ha dedicado de forma libre, honesta y autogestiva a romper el cerco informativo con el que tradicionalmente los poderosos habían engañado o pretendido engañar a una sociedad que cada día se torna más crítica.
Líneas arriba me referí a una estrategia represiva y desinformativa, cuya existencia puede suponerse tras la aparición en Facebook de la página “Denuncia A UN anarquista”, “creada para denunciar públicamente a todo aquel que ha participado en actos violentos, en manifestaciones en la ciudad de México para que sean detenidos y encarcelados por sus actos vandálicos y de violencia”.
Así las cosas, queda claro que, como lo afirmó #YoSoy132, hoy, las noticias las damos nosotros: los medios libres y los ciudadanos conscientes, sirviéndonos de las diferentes modalidades que nos ofrece internet. Los medios masivos de comunicación seguirán desinformando y, lenta pero inexorablemente, perdiendo audiencia, a medida que más mexicanos se convencen de la necesidad de un cambio radical, ante la triste realidad.
Seguimos padeciendo la dictadura perfecta, pero ahora, quienes nos oponemos a ella, contamos con los medios para organizarnos, hacernos escuchar y dar a conocer al mundo entero, la verdad de lo que ocurre en el país. Esa verdad que necesariamente seguirá reflejándose y escenificándose en la magnífica Ciudad de México.
@Vegdelanoche
Nota editorial leída el 8 de octubre de 2013 en #LosAtractivosDeLaNoche, programa de radioamlo.org, que se transmite los martes de 10 de la noche a una de la mañana.
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