Acatlán.- En este municipio, los que pueden presumir que las leyes las llevan a cabo ellos, son los pobladores, pues los permisos para la instalación de cantinas o lugares donde se expenden bebidas embriagantes, son otorgados solamente si cuentan con la previa autorización de los vecinos.
Y aunque los permisos son proporcionados de manera gratuita por el municipio, en estos casi 15 meses que inició la administración del edil, Juan Carlos Rivera Rendón, no se ha concedido ninguno.
Lo anterior, ha provocado que se frene la proliferación de bares y cantinas en esta demarcación, pues aunque no es un municipio infestado de estos lugares, la población quiere detener de cualquier manera que los jóvenes y niños tengan accesos al alcohol y a otros vicios, que pudieran llevarlos a destrozar sus vidas.
Las personas que solicitan autorización para la venta de bebidas embriagantes debe de tener el consentimiento de todos los vecinos, para ello se integró una comisión que acude al lugar para realizar la inspección y levantar el acta, es ahí en donde los vecinos no permiten que se instale la cantina en el poblado y con ello no se ha podido dar paso a nuevos establecimientos que expendan bebidas embriagantes.
Cabe destacar, que no solo en Acatlán no se cuenta con una gran cantidad de lugares en donde vendan bebidas alcohólicas, ya que municipios aledaños como Miahuatlán, Naolinco y Landero y Coss, no tienen más de cinco bares y la hora de cierre de estos no excede de las doce de la noche.